Tras un otoño apacible, la última decena de noviembre nos ha traido un tiempo típicamente de final de otoño: primeras nevadas y posteriores lluvias que han propiciado desbordamientos.
En concreto, el domingo 22 de noviembre a primeras horas, nevó ligeramente a una cota de 500 metros (incluso momentáneamente por debajo de esta cota en puntos del interior de Gipuzkoa.
Se llegaron a acumular 5 cm de nieve a 600 metros en la Llanada Alavesa. Sin embargo, ninguna previsión que vimos alertaba de este hecho.
Pero lo peor quedaba por llegar: el miércoles 25 un frente atlántico dejaba hasta 157 mm en Berastegi, 150 mm en Añarbe o 105mm en Urkiola(Aemet).
El día anterior e incluso el mismo día 25, los avisos de los servicios meteorológicos eran de color amarillo(umbral de 60mm en 24h en el caso de Euskalmet, y 40mm en 12 horas en el caso de Aemet. Estos avisos cambiaron a color naranja al constatarse que dichos umbrales se sobrepasaban o iban a ser sobrepasados de forma inminente en algunos puntos.
De hecho, los 160mm de Berastegi casi como que requerían un aviso rojo.
Lo peor del caso es que la situación sinóptica y las salidas de los modelos meteorológicos hacian pensar a alguien con cierta experiencia que estos umbrales podian sobrepasarse, y en el caso de Euskalmet por mucho.
Notemos que el nivel de aviso de Aemet (amarillo entre 40mm y 80mm en 12 horas)es bastante elevado y de hecho si se sobrepasó fue por poco. Esto nos vuelve al viejo tema...dos agencias... dos avisos..etc...
El hecho innegable fue que Meteofrance apuntaba precipitaciones de hasta 160mm y localmente 200mm en el Pirineo Occidental e Iparralde...vamos, geográficamente en la misma area donde se sitúa la cabecera del Urumea. Esto es un ejemplo de buena predicción, precisa y dada con tiempo suficiente.
Otro hecho innegable ha sido la fuerte subida y desbordamientos de diversos ríos y regatas que hicieron formar varias mesas de crisis. Afortunadamente,de nuevo, la cosa no fue a más.
Lo de siempre. El día anterior,desde Amillena comentamos con el presidente de la asociación de afectados por inundaciones del rio Gobela que veríamos el típico baile de avisos y mesas de crisis a la carrera..y nos reimos un rato.
Si... nos reimos. Despues de tantos años de lo mismo...ya nos reimos. No hay solución. Quizá a nadie le importe.
Fiel reflejo del país donde vivimos. Un país con una pirámide de población invertida y muchos jovenes que emigran... todo ello indicativo un triste y desolado futuro.
jueves, 26 de noviembre de 2015
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